Inversión — pilares
La política de inversión internacional de la UE se basa en tres pilares clave
Facilitación de la inversión
La facilitación de la inversión es un concepto amplio que ha obtenido un mayor reconocimiento en los sectores de inversión de los últimos años como un medio importante para atraer inversiones.
Las medidas de facilitación se centran en facilitar a los inversores la creación, el funcionamiento y la expansión de las inversiones. En general, estas medidas abordan la mejora de la transparencia y la previsibilidad del entorno de inversión, la simplificación y la racionalización de la inversión y de los procedimientos/requisitos administrativos y el establecimiento de procedimientos de recurso y revisión.
En concreto, entre estas medidas cabe citar distintos requisitos de publicación e información relativos a la entrada y funcionamiento de las inversiones, el establecimiento de puntos de contacto e información, los requisitos relativos a la documentación y el tratamiento de las solicitudes incompletas, los mecanismos de ventanilla única para mencionar algunos. Las encuestas de inversores han puesto de relieve estos ámbitos como factores críticos en su decisión de invertir.
Liberalización de las inversiones
La liberalización de las inversiones pretende establecer condiciones equitativas para los inversores extranjeros en los mercados de terceros países.
La liberalización abarca principios (por ejemplo, el acceso al mercado, el trato nacional y el trato de nación más favorecida) y los compromisos, que permiten la apertura de mercados de terceros países para los inversores de la UE. Dichas normas tienen por objeto permitir o facilitar la creación de empresas (filiales, sucursales, oficinas de representación) en servicios y servicios distintos de los servicios (por ejemplo, la fabricación, la agricultura, la extracción o la producción de energía).
Por ejemplo, las normas de acceso al mercado pueden incluir la eliminación de limitaciones sobre el número de operadores o el valor de las transacciones (por ejemplo, cuotas, monopolios y pruebas de necesidades económicas), reducción o eliminación de los requisitos de propiedad extranjera o de los requisitos de las empresas conjuntas.
Protección de las inversiones
Las normas de protección de las inversiones ofrecen garantías a los inversores y sus inversiones, así como el derecho de los gobiernos de acogida a regular por razones legítimas de orden público.
Los compromisos de los acuerdos de protección de las inversiones incluyen principios como la no discriminación, el trato justo y equitativo para los inversores o la indemnización en caso de expropiación en relación con los activos de inversores en terceros países.
Los acuerdos de protección de las inversiones pueden ayudar a reducir los riesgos de inversión percibidos en determinados países. Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009, la UE tiene competencia exclusiva en materia de protección de las inversiones extranjeras directas. En sus últimos acuerdos, la UE ha introducido normas más claras sobre el derecho a regular los objetivos de las políticas públicas y ha revisado también significativamente el mecanismo de resolución de litigios (Sistema de Tribunales de Inversiones).
Tradicionalmente, los acuerdos de protección de las inversiones incluían mecanismos entre inversores y Estados para la resolución de litigios entre inversores y Estados, que permiten a los inversores acceder directamente a arbitraje contra los Estados.